miércoles, 10 de junio de 2009

EL VIAJE INTERIOR. (UN CUENTO)


El camino que un aprendiz de Chamán debe recorrer para alcanzar el total conocimiento de la Verdad, es decir de Su Verdad, no le es revelado al principio de su viaje. No está en sus manos decidir el rumbo que debe tomar, ni conocer de antemano los peligros que en el camino se encuentran. Don Juan le habló del peyote y le habló de su camino: "el Camino que has de seguir empieza donde termina el mío" le dijo antes de morir. Le dijo que debía de creer, de tener fe. La fuerza de voluntad y la ilusión por alcanzar las cimas donde habitan los espíritus que desde la noche de los tiempos nos guían y nos dan consejo, serían las únicas armas con las que el Aprendiz se podía defender.


El peyote convierte al Aprendiz en Nahual, en hombre mono, garras de Jaguar. Ahora sus ojos son de Águila y su fuerza la del huracán, y durante el día camina a través de desiertos y valles, selvas y volcanes de nevadas cumbres, bosques y dunas, por playas y esteros, por ríos y mares.La hora mágica en que las estrellas bailan y caen del cielo sobre las casas de piedra que los hombres-jaguar levantaron para observarlas, es el preciso instante en que se juntan el pasado y el futuro del Aprendiz.

Y si es de día cuando el Aprendiz camina en busca de Su Verdad, es de noche cuando en sueños, ensueña y sueña con el camino que debe seguir. En sueños él habla la lengua del pájaro y de la serpiente, del coyote y del venado y ellos le hablan de una tierra que sabe a sol y a mar, a maíz y cal a la vez que toman formas de demonios y de flores le hablan de un compartir con él un don. Un regalo de vida, en forma de cuatro semillas que habrá de sembrar algún día cuando llegue al final de su viaje. Amanece.


El viajero reanuda su camino bajo un cielo rojo. En sus oídos se repite el mensaje que en sueños escuchó. Todos los días se repite para el la misma rutina, sus pies cansados envejecen más rápido que el resto de su cuerpo y aunque nuestro aprendiz se siente joven, hace ya muchos años que sigue su camino. Y está cansado. El mensaje del pájaro y la serpiente, del coyote y del venado resuenan en su cabeza cada vez con más fuerza, como olas contra una roca.


Una noche cansado de caminar sin saber su rumbo decidió no dormir, esperando que algo diferente pasara, tal vez era muy inteligente o tal vez muy tonto, pero la idea se afianzó en su mente y decidió que por una vez, sería él quién decidiría lo que iba pasar. O eso creía él.

Al lado de la fogata, se tumbo y con una vara o pequeño junco, sobre la arena dibujaba las cosas que había visto durante el día. La gente, las casas. Era su manera de hacer un repaso a lo visto y lo vivido a la vez que recordaba las costumbres de su tierra y las comparaba.


Para él era un juego, lo hacía todas las noches. La luna iluminaba dulcemente la llanura, nuestro aprendiz se encontraba muy lejos de su tierra.
Cuando se cansó de dibujar, extraños paisajes, y extraños personajes, cuando cansado de preguntarse por los extraños animales que se habían cruzado por su camino ese mismo día, cerro los ojos. Por un instante. ¿O tal vez fue algo más? Y así con los ojos cerrados el Aprendiz se levanto y continuó dibujando, así sin ver, sus trazos cada vez más abiertos comenzaron a tomar forma al rededor de la fogata. Sus manos parecían moverse solas, y el Aprendiz parecía estar muy agitado.


Las sombras de sus manos bailaban con las llamas de la fogata, y los trazos de su varita eran cada vez más rápidos en este frenesí de danza y fuego, de tierra y luna. Resultaba increíble que nada de esa arena fuera a caer sobre las figuras que tomaban forma alrededor del fuego. De repente el Aprendiz se detuvo y aún con los ojos cerrados escuchó en la distancia voces familiares ¿ pero serían voces amigas?

El aprendiz tuvo miedo y no quiso ni abrir los ojos, lentamente volvió a su posición, nuevamente sentado, donde minutos antes había comenzado a dibujar. Las voces se convirtieron en una dulce canción que se escuchaba cada vez mas fuerte y mas fuerte, de nuevo como olas contra las rocas.


Armado de valor decidió abrir sus ojos pero no puede...algo pasa no consigue "despertar", piensa que seguramente está soñando y habrá de despertar enseguida. De repente el canto desaparece, a la vez que el Aprendiz abre sus ojos para encontrarse con algo que habría de cambiar su vida para siempre. Era ya de día y el fuego se había apagado hace ya bastante tiempo. Estaba confundido pues ante sus ojos comenzaba de nuevo a anochecer.

Dibujados frente a él y al rededor del fuego se encontraban un pájaro sosteniendo en su pico una mazorca de maíz, una serpiente devorando la bellas flores de un calabacín, un arbusto de Chiles bajo el cuál una madre Coyote había decidido construir un cubil donde proteger a sus crías, y por último un hermoso venado, alimentando se de unas frescas y tiernas vainas de frijol. Y comenzó a llorar. Lo primero que le vino a la cabeza fue se estaba volviendo loco.


Había soñado el mismo sueño durante tantos años, había decidido no dormir para evitar encontrarse de nuevo con estos cuatro místicos animales de fuego y no lo había conseguido. Impotente por darse cuenta de que éstos le perseguirían hasta el día de su muerte comprendió que debía haber algo más, que en esas figuras dibujadas en la arena debía haber algo más. Y es cuando vino a la mente una imagen de su pasado. Recordar lo había salvado.


Recordó su niñez, corriendo entre campos de caña de azúcar y algodón. Se acordó del Abuelo y se acordó de que en el pequeño sembradío de su familia, en su Milpa, esos cuatro alimentos Maíz, Chiles, Calabazas y Frijol se habían sembrado y cosechado desde siempre y precisamente eran lo único que desde que comenzó su viaje el Aprendiz no había vuelto a comer.

Fue ahí, cuando el estómago del Aprendiz rugía como un volcán en erupción, como el Chichonal, cuando dio cuenta de que sus sueños, y su destino tenían mucho que ver con su pasado.


De repente lo entendió, descubrió que el viaje que está realizando era simplemente para llevarlo de nuevo a su punto de partida.. El Aprendiz descubre que la verdad que busca, no está en tierras lejanas, ni en cumbres heladas. Debería volver a su Milpa, a donde todo empezó. Sin embargo no volvería con las manos vacías, pues durante su viaje ya su paso por villas y ciudades, por puertos y por bares, había descubierto cientos de cosas y miles de gentes que han enriquecido su vida en estos años lejos de su milpa.

Así que el Aprendiz decide volver al darse cuenta de que Su Verdad yacía en el viaje interior, y que es ahí donde nació, donde debe compartir esa canción que viene de su interior y que de momento sólo puede escuchar él, y compartir con su gente lo poco o mucho que vio y aprendió en sus viajes y en sus sueños.


Pero entonces, ¿Si el viaje termina donde empieza, para que viajó el Aprendiz tanto y por tanto tiempo? ¿Qué aprendizaje sacamos de todo esto?, ¿Será acaso que lo aprendido por el camino era necesario para poder valorar su Milpa desde otra perspectiva, desde otra madurez? ¿Qué conocimientos podrá compartir el Aprendiz con su gente cuando vuelva?


Eso queridos amigos, no lo sabe ni el Aprendiz. Eso solo lo descubrirá cuando esté allí. Cuando llegue al final de su camino, cuando en su Milpa, comparta con nosotros el mensaje que le fue transmitido, y lo interprete para aquellos que quieran saber a que saben, como huelen, y a que o quién se parecen los recuerdos y los sueños de los hombres de tierra del Maíz, la Calabaza, el Chile y el Frijol.

Buen viaje de vuelta a casa Aprendiz, tal vez ahora, ya eres Cháman.


Manu Arriaga
Pinche, cocinero y aprendiz de Chamán.
Pais Vasco
2009

LAS ILUSTRACIÓNES SON OBRA DE LOS HUICHOLES USANDO HILOS DE ESTAMBRE SUAVEMENTE COLOCADOS SOBRE UN TROZO DE MADERA, LA CUAL ESTÁ PREVIAMENTE CUBIERTA CON CERA DE ABEJAS. LENTAMENTE EL HILO CAE Y VA DANDO FORMA A SU ANCESTRAL COSMOVISIÓN.

viernes, 9 de enero de 2009

NUESTRA PROPUESTA GASTRONÓMICA


La Fonda Golfo: restaurante mestizo hijo de la Malintzin y del hombre barbado, cocina de sabores mexicanos elaborada con ingredientes locales.

Esta es, en esencia, la mejor descripción de nuestro proyecto. Es un restaurante mestizo en si mismo pues es hijo de un humilde puesto callejero mexicano y de una muy educada y refinada técnica europea.


Cuando la idea de crear La Fonda del Golfo empezó a tomar forma en mi cabeza, me di cuenta de que era indispensable reflejar en nuestra propuesta gastronómica que estamos en Europa. Este factor es determinante desde el punto de vista culinario pues absolutamente todo lo que podamos reunir para dar forma a nuestra cocina, esta condicionado por el hecho de encontrarnos tan lejos de México.


La Fonda del Golfo sería radicalmente diferente si se construyera en Miami, en Sydney, o en el mismisimo Puerto de Veracruz, en el corazón del Golfo de México. Me refiero a que nuestra propuesta gastronómica se vería indudablemente afectada por la facilidad o dificultad para encontrar los ingredientes necesarios para interpretar los sabores de México, un problema que en más de un caso ha degenerado en la corrupción de los platillos típicamente mexicanos, degenerando en malas copias de copias como es el caso de los tristemente típicos Nachos de Bolsa con Guacamole de lata servidos en cantidad de restaurantes Tex-Mex fuera de mí país.


Me di cuenta de que el tema era complicado. Por una parte tenemos el hecho de que estamos en Europa y hay cierta cantidad de ingredientes que no se pueden encontrar aquí y punto. Y por otra parte está el hecho de que además de estar en Europa, estoy metido en una preciosa esquinita del País Vasco entre viñedos, montañas nevadas, verdes horizontes de bosque y el azul del Golfo de Vizcaya. Esto tampoco ayuda pues aunque es uno de los rincones donde mejor se come en Europa, es también un lugar donde es casi imposible encontrar lo necesario para recrear con autenticidad un restaurante mexicano. Así que no sólo estoy en Europa si no que, no estoy en Madrid o en Barcelona. Como dice la Santa Sabina en su maravillosa canción..."estando aquí no estoy".


Y me puse a pensar y a pensar..."si importo lo que no tengo aquí...vamos a ser mas caros que Arzak. Además no estaríamos creando nada nuevo". Esta reflexión me hizo cuestionarme sobre la relevancia o el valor de simplemente reproducir los platos típicos de México fuera de México. Mi conclusión fue que como intérprete que quiero ser de los sabores de México mi labor debía beber de mi entorno y alimentarse de los mejores productos locales que el País Vasco puede proporcionarme para ayudarme a conseguir una cocina con personalidad propia. Voilá. Una cocina con personalidad propia, hacer nuestra propuesta gastronómica.


Esto quiere decir que es inútil importar los mejores tomates de México, con los costes que eso llevaría. Sería dar la espalda al entorno, y eso es algo que como cocinero simplemente no puedo hacer. Nadie puede aislarse del mundo y menos un cocinero que vive gracias Dios en un lugar donde las tradiciones gastronómicas son casi una religión. Rodeados de huertas llenas de las mejores variedades de pimientos y tomates, del excelente marisco de la costa Vasca y de todos aquellos productores artesanos que hoy en este siglo XXI siguen fabricando quesos, membrillos, conservas y asando pimientos. El País Vasco es tierra de buenos vinos, buenos guisos y buenas gentes. Así que la solución natural es buscar en la despensa vasca todo aquello que pueda necesitar.


¡Que maravilla! Como consecuencia de NO estar en México, la Fonda del Golfo puede echar mano de algunos de los mejores productos que Europa produce. Por eso hablo de "sabores de México" y no de platos de México. Porque al hacer uso de los mejores productos locales estoy interpretando y creando algo que antes no existía.


Cuando me dí cuenta que el problema de estar tan lejos de México, no era un problema sino una oportunidad de crear una cocina con personalidad propia, inmediatamente pensé en que sería la manera perfecta de unir de una vez y por todas mis raíces culturales y mi trayectoria cocinando cocina francesa y vasca contemporáneas.

Nació así la propuesta gasrtonómica de La Fonda del Golfo. Una propuesta diferente y arriesgada. Una propuesta que sirve el propósito de rendir un homenaje a nuestro patrimonio gastronómico y cultural basada en una cocina tradicional mexicana elaborada con técnicas contemporáneas y con ingredientes locales.


En La Fonda del Golfo creemos firmemente que "si necesitas algo y no lo tienes, entonces no lo necesitas" lo cual quiere decir que las limitaciones que para algunos son un problema para nosotros ha sido la oportunidad de reafirmar nuestra pasión por transmitir un mensaje nuevo y verdadero. Estamos sentados ante una experiencia de los sentidos, como no se ha visto antes. Los mejores y más importantes productos y marcas del País Vasco y su entorno, se rinden ante las misteriosas y embriagadoras formas, texturas, colores y fragancias de la cocina tradicional mexicana para dar vida a esta nueva propuesta gastronómica.

Los ingredientes más tradicionales del País Vasco tendrán la oportunidad de rendir su particular homenaje a los sabores de México de la mano de un servidor. En la Fonda del Golfo el pimiento del piquillo quiere ser Chile Relleno, las kokotxas de bacalao quieren ser guisadas en Romeritos, las alubias pintas de Alava quieren ser Frijoles Charros, el Cerdo Ibérico se muere por convertirse en Tacos de Carnitas, la Trufa de Valdegovia sueña con ser Huitlacoche y el Foie Gras quiere dormir dulcemente envuelto en un delicioso Tamal de Confit de Pato. Y la lista sigue...Pimientos de Guernika, Pollo Luma Gorri, Patata de Alava o Queso de Idiazabal irán cayendo irremediablemente enamorados de ceviches, enchiladas, tacos de Bistec y quesadillas de flor de Calabacín.


Al hacer uso de ingredientes locales conseguimos dar vida a una cocina de mestizaje, que tiene la ventaja de conectar con el publico local pues en nuestra propuesta encontrará ingredientes que conoce y disfruta. Nuestra introducción en el mercado y nuestra implantación en una plaza tan importante como País Vasco se facilitan gracias a este hecho.

En segundo lugar, y para mí igual de importante, está el hecho de que durante mucho tiempo he intentado pulir y sacar brillo a la cocina mexicana. Colarla, pasarla por un Chinoix y verter sobre ella un poco de la luz que me ha iluminado en estos 10 años que llevo cocinando de manera profesional. Y La Fonda del Golfo me permitirá hacer exactamente eso. Interpretar con humildad el mensaje que la cocina mexicana quiere hacer llegar al publico del País Vasco. Usaré mi experiencia para que así sea.


En La Fonda del Golfo se nos ha presentado la oportunidad de representar dignamente la cultura de un país que vive comiendo y come viviendo, intensamente. Un país de una enorme riqueza cultural y gastronómica, misma que queremos homenajear y rendir culto como solamente lo sabe hacer un cocinero...cocinando, pero de una manera diferente, delante del cliente, en directo. En formato de Pintxos, cazuelitas y picoteo serán presentadas nuestras interpretaciónes de los mas deliciosos sabores de México, apoyados en la gran despensa del País Vasco para dar vida a nuevos caminos, a nuevos platillos, innegablemente herederos de las dos fuerzas que dan forma a este proyecto...México y el País Vasco. El qué y el dónde.
Una propuesta gastronómica que algún día será suceptible de REFINAR aún más.

Hemos elevado la cocina mexicana al cuadrado al darle aires contemporaneos, europeos, franceses y vascos por ingrediéntes y técnicas. Pero estamos hablando de pintxos y tapas...y si lo hacemos en un refinado comedor con manteles y copas y lo llamamos ¿LA CENADURÍA DEL GOLFO?.

Pero bueno, eso es otra película. (To be continued...)

Lo importante para México es que el concepto ha nacido, está ahí. Lo veo. Para mí es tan real como mi reflejo en el espejo. Ese concepto de hacer cocina mexicana con ingredientes LOCALES de cualquier parte del mundo donde se encuentre uno, es la semilla para una nueva revolución mexicana en los fogones. A nivel cultural y gastronómico podemos esperar que se reproduzca en Los Angeles, en Chicago, en París o en cualquier lugar del mundo donde haya un puñado de ingredientes y preparaciones dispuestas a rendir homenaje a los sabores de México, y un puñado de gentes que crean que lo valioso no es copiar recetas mexicanas sino interpretarlas desde su terruño, desde su voluntario exilio.


Por México y sus tradiciones, por que no mueran, por difundir nuestras riqueza y por que siempre haya un buen restaurante mexicano a donde ir a comer, espero que haya mucha mas gente ahí fuera, mexicanos que como yo viven en el extranjero, integrándose, fusionandose con el resto del mundo para contagiarles nuestro orgullo y entusiasmo por la comida mexicana. Y los invito a cocinar, a animarse a mostrarles a todos lo rico que es compartir, cantar, beber y reír mientras disfrutamos de un sencillo guacamole. Compartir.

Que sea esa nuestra propuesta gastronómica.

jueves, 13 de noviembre de 2008

PARADA Y FONDA














Según la definición del diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, la palabra Fonda ser refiere a "Establecimiento público, de categoría inferior a la del hotel, o de tipo más antiguo, donde se da hospedaje y se sirven comidas" en sus sentido mas amplio.

Sin embargo, el mismo diccionario nos dice que en México este término se usa para denominar a un "Puesto o cantina en que se despachan comidas y bebidas". Poco mas puedo añadir excepto que para mi, además es sinónimo de realidad. Ningún lugar en México ofrece una cocina tan real, tan viva, tan apegada al alma misma del visitante como una Fonda.

Y mis preferidas son aquellas que están dentro de los mercados. Los mercados que en México son todo un mosaico policromo de lo mejor que nos ofrece la naturaleza bajo dos condiciones indispensables para la elaboración de cualquier buena comida: el lugar y la temporada. Aquí y ahora. Solamente es posible cocinar bien si disponemos de productos frescos, recolectados en el momento óptimo de cada temporada y los mas importante que sean cultivados en la zona de consumo por gentes que lo han hecho durante generaciones. Y es en las fondas del mercado donde dichos ingredientes cobran vida en manos de esas maravillosas mujeres que en las cocinas de México llamamos "mayoras", y de las cuales tenemos todos tanto que aprender.

Pero las fondas también están a pie de calle, generalmente en locales sencillos, humildes y decoradas según la idiosincrasia de cada lugar. Desde Oaxaca hasta Los Cabos, cada Fonda expresa su identidad no solo en los alimentos que ofrece si no en su manera de atraer a sus clientes. Los hay quienes ponen un Clavel en cada mesa, otros con las músicas de moda, otros con manteles de plástico de imposibles combinaciones cromáticas y mis favoritos....los que te hablan y te camelan y te vacilan, y te enamoran hasta que..."pásele por aquí joven, ándele....tenemos ensalada de nopalitos, mole de olla, arroz a la mexicana, sopa de hongos, tacos dorados, bistec con papas, pásele".....cuando menos te das cuenta estas sentado a la mesa. Una mesa que si es necesario puede servir para que coma uno, o dos o seis personas a la vez. En una fonda, la preparación de los alimentos se hace a la vista del cliente, en cocinas pequeñas hechas de ladrillo, en donde encontramos la estufa, el fregadero, y la licuadora, algo que no puede faltar, a la vez que el molcajete (mortero) y el metate (mortero horizontal) siguen siendo herramientas indispensables para la elaboración de moles y salsas frescas y adobos. Al centro de la pequeña cocina hay una mesa alrededor de la cual se reunen dos, tres y hasta cuatro "Marías" para limpiar ejotes (judias verdes), frijol o chiles. Se corta, se pica se charla se ríe y se llora....mientras las horas de la mañana pasan al compás del suave hervor del caldo de gallina.



Tampoco puede faltar "el comal" una especie de plancha de hierro donde las masa de maiz se convierte en tortillas, quesadillas, sopes, tlacoyos, huaraches y memelas. Comales los hay tambien con un reborde acanalado donde verter un par de botellas de aceite, lo cual convierte el comal en freidora, y asi poder freír gorditas y flautas y tostadas y quesadilas y pambazos.

En la fonda la comida es sencilla, es humilde, no hay grandes cortes de carne, es comida para el pueblo, es comida del corazón. Es de alguna manera lo mejor que un amigo te puede ofrecer con pocos recursos pero con la mejor de las intenciones. Es comida " del diario", es realidad.

La Fonda del Golfo pretende regalarnos con esta realidad. Comer aquí significa que estamos participando de esta manera de entender la gastronomía, sin abalorios ni accesorios, sin aderezos ni distracciones. Aquí no venimos a ver ni a ser vistos. En una fonda lo importante es comer bien.



La Fonda del Golfo es comida casera inspirada en los sabores de México, preparada delante de usted y elaborada con ingredientes de temporada proporcionados por productores locales.

Es así que nuestro sueño de trasladar hasta el País Vasco esta realidad, está tomando forma de cara al cliente. Podemos imaginarnos ya sentados a una mesa vestida de mil flores, nuestras sillas tal vez ¿son rojas y de madera? ¿o son verdes y de Ratán? ¿o son de palma? o ¿están "de obra" hechas de ladrillo a lo largo de la pared? Tal vez las paredes son de adobe y el techo de palma. O son paredes blancas con zócalos azul turquesa y con motivos mayas alrededor de puertas y ventanas.



Saberlo es muy fácil....acompañenme......nos vamos al Golfo!

LA NECESIDAD DE TRANSMITIR

Me gusta pensar que mi trabajo como cocinero conlleva una gran responsabilidad.

La responsabilidad de transmitir un mensaje. Un mensaje que no es mio, pero con el cual comulgo y el cual se ha convertido en credo y en mi forma de ver la vida. Y si mi trabajo consiste en transmitir este mensaje ¿Qué soy yo si no un humilde mensajero? Sin embargo la humildad de esta labor cobra importancia cuando el mensaje se me presenta en un idioma y lo he de traducir a otro. Mi trabajo entonces es el de traductor. Pero que maravilloso sentimiento de felicidad embarga mi espíritu cuando no solo soy un mensajero, cuando no solo soy un traductor, sino cuando a travéz de mi trabajo, de mi experiencia, de mi forma de ser, con virtudes y defectos puedo explicar con mis propias palabras dicho mensaje.

A eso le llamo yo interpretar.

Mi interpretación será diferente a la de cualquier otro. Llevará una parte de lo que yo soy, de los sitios que he visto, de los sitios que he soñado, de mi herencia cultural, de mi acento
mexicano.

El trabajo de cocinero para mi pues, es de llevar un mensaje, traducirlo e interpretarlo para que llegue hasta ustedes. Sin embargo este trabajo deja de
ser lo cuando dentro de ti surge, por convicción propia la necesidad de transmitir ese mensaje al mundo entero.

La naturaleza nos habla, nos
ríe, nos canta, nos riñe y nos llora.....pero no escuchamos. Vivimos ensimismados. La prisa mata. La vida sigue. Sigue la vida. Y así en esta soledad acompañada en la que transcurren nuestros días seguidos de noches seguidas de días, dejamos pasar la oportunidad de volver la cara a nuestra propia esencia. Nos hemos vuelto tan racionales que hemos dado la espalda al hecho que somos parte también de un mundo animal. Nuestra arrogante posición como dueños del mundo a la cabeza de todas las cadenas alimenticias nos aleja de aquel día, hace no muchas lunas en que caminábamos desnudos, en busca de algo que llevar a nuestras bocas.




Hoy todo se encuentra al alcance de nuestras manos, la abundancia de alimento nos ha hecho que olvidemos lo
difícil que es convertir un trozo de tierra en fértil suelo para cultivar grano. Lo difícil que es cultivar ese grano y domesticarlo para sacarle un buen rendimiento al amparo de los elementos, del frió y de la fortuna. Lo difícil que es cosecharlo, y transformarlo en alimento. Y lo difícil que es, lo duro que es que ese alimento llegue a tanta gente que de verdad lo necesita.

Hemos perdido el respeto por todo. Pero los alimentos no salen de maquinas, ya cortados y envasados, con su
código de barras y en tetra brick, con fecha de caducidad de hasta 3 años por que la naturaleza así lo quiera. ¿Qué nos ha pasado?¿Dónde y cuándo perdimos el rumbo? La tecnología nos ha convertido en autómatas y los GPS han hecho que se nos olvide que no hace mucho tiempo mirábamos al cielo con respeto, para saber a dónde íbamos y lo que nos esperaría al día siguiente.

Pero la naturaleza sigue
mandándonos mensajes, lo hace todos los días. En los polos, en la campaña de anchoas en el Cantábrico, en la cosecha de la uva, en el precio del tomate, en la obesidad infantil y en el precio de los granos transgénicos en la bolsa de valores.












Yo como cocinero creo que nunca es tarde para volver a ser humanos. En mi cabeza resuena el mensaje que a mi me fue transmitido hace ya 10 años cuando empecé a cocinar. Este mensaje que Jean Pierre Rivault (rip) hizo que me entrara en la cabeza a veces no de muy buena manera, durante aquellos meses que pase en su cocina. Él tenía esa necesidad de transmitir pues quería que todos supiéramos lo que él sabía, lo que el había visto, lo que el había soñado y lo que el había escuchado de niño en su natal Provençe. Con el tiempo he trabajado con muchos cocineros, para algunos traducir este mensaje es suficiente para ellos, para ellos es solo un trabajo.

Mi mas profundo agradecimiento a aquellos que lucharon por dar un paso mas, no solo
por llevar el mensaje y traducirlo sino por interpretar ese mensaje para que seamos otros los que tomemos su relevo y de esa manera asegurarnos que no se pierda esa sabiduría recopilada por miles de interpretes a lo largo de nuestra historia.



Agricultores, pastores, pescadores, gracias. Curanderos, hierberos, brujos, chamanes, alquimistas, gracias y perdón por no haberlos querido escuchar. Al del puesto del mercado, al carnicero, al que va al monte por hongos y setas, a la Mari Pili en la pescadería, al panadero que NUNCA descansa, al pastelero y al cocinero, a todos les pido que no desfallezcan en sus esfuerzos, que no se desanimen, que ahí afuera hay mucho por hacer, corazones que tocar y cumbres por alcanzar. Actualmente nuestra labor se ve amenazada por que no interesa detenerse a escuchar nuestro mensaje, detenerse a oler las rosas, a disfrutar del atardecer, de comerse una naranja a mordidas o del simple placer de beber agua de una fuente.
Sin embargo también es mucha la gente que esta de nuestro lado y por ellos, pero sobre todo por los que vienen detrás es importante para un servidor que este mensaje llegue a todos, para que cada día sea mas gente la que sienta las ganas por llevar también el mensaje, y traducirlo e interpretarlo desde su tribuna. Que sientan igual que yo, la necesidad de transmitir.








miércoles, 12 de noviembre de 2008

¿DÉJÀ VU?



Si usted amigo, o amiga esta leyendo estas lineas enhorabuena. No todos los días nos detenemos unos segundos y pensamos en voz alta "esto ya lo he vivido antes, ¿o no?". Y cuando lo vivimos no estamos seguros de que sea una sensación real. Déjeme asegurarle que lo que esta sucediendo en este lugar es tan real como los sueños.

Mi nombre es Manuel Arriaga y mi propósito con este blog es el de recrear en todos ustedes esa sensación...ese vértigo en las entrañas....pues aquí, y ante sus ojos crearé de la nada un sitio al cual podemos ir a soñar despiertos con formas, colores, texturas, olores y sabores de un lugar lejano, por muchos visitado y que sin embargo sigue siendo un misterio revelado solo a aquellos que se atrevieron a dejarse llevar por el canto del Quetzal.




Ese sitio es "La Fonda del Golfo. Sabores de México" y desde este sitio, pretendo rendir un homenaje a los pueblos de México, o debo decir de los Mexicos de hoy que no son pocos. Y lo que hoy son unas coordenadas en este mundo virtual de internet, será, si tiene que ser, una humilde casa de comidas al mas puro estilo de los puestos de comida de cualquier mercadito mexicano. Este blog pretende dar forma a un sueño de un servidor de tener un restaurante y mientras ese día llegue será aquí donde antes ustedes ira tomando forma, y en donde compartiré con ustedes mi particular visión de la cultura gastronómica contemporánea de las distintas regiones de México.

Mi sueño es poder ofrecer al público español una visión amplia de los grandes recursos con los que México ha conquistado los paladares de millones de visitantes que año con año vuelven a sus países conquistados por la magia y el misterio, el calor y el color, el ritmo y la textura de nuestros sabores mismos que desde hace 500 años dan fondo y forma a la dieta del mundo entero.

El maíz, el tomate, el aguacate, los pimientos, la vainilla, el chocolate, las alubias son la carta de presentación de México en España a nivel gastronómico y serán siempre los padres de un mestizaje alimentario que hoy sigue dando frutos como lo es La Fonda Golfo, restaurante mestizo hijo de la Malintzin y del hombre barbado, cocina de sabores mexicanos elaborada con ingredientes Españoles.

Ambigüedad y congurencia....La Fonda del Golfo es fruto de los encuentros entre la vocación de un servidor cocinero mexicano afincado en País Vasco y la necesidad de ofrecer al viajero enamorado de México, ya sea que haya estado ahí o no, la posibilidad de disfrutar de la magia que solo se vive cuando delante de ti.....se sucede un déjà vu.

Bienvenidos sean todos ustedes al inicio de este sueño, y si conseguimos materializar este sueño en un local de hostelería...será increíble entrar y sentarse a una mesa y decir "esto yo ya lo había vivido antes" pues desde ya deseo que La Fonda del Golfo sea ese restaurante mexicano al que de alguna manera todos hemos ido alguna vez en sueños.....

MANU ARRIAGA EN EL PAÍS VASCO

CIERRA TUS OJOS Y ESCUCHA...¿DIME QUÉ ES LO QUE VES?


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Tu destino es México

Tamaulipas...Golfo Norteño

Veracruz puerta de México

Veracruz, alma del Golfo. Tlacotalpan alma de Veracruz.

Tlacotalpan, la perla del Papaloapan

¿Conoces Tabasco?

¡Vamos a Tabasco!

Campeche, México

Campeche...Mágico

Yucatán

MEXICAN CUISINE

LA FONDA VIRTUAL

LA FONDA VIRTUAL
¡BIENVENIDOS! VISTA ENTRADA

DESDE LA COCINA

VISTA DESDE LA BARRA

VISTA DESDE LA CALLE

COCINA Y PASILLO DE SERVICIO

DISTRIBUCIÓN GENERAL

¿La Fonda del Golfo en acción?

¿La Fonda del Golfo en acción?
Tapas Bar Dos Palillos ha tenido la misma idea.

¿Joel, porqué comer en la barra?..."que l'on mange la vérité"

Asi suena el Golfo...

Un ejemplo de que SI SE PUEDE...Aguila o Sol. ¡Aupa Iruña, Viva México!

Toño y Pedro Cocineros

En el Golfo, no hay cocina sin carbón.

Lo que no te mata...TE HACE MAS FUERTE

El que siembra...

...cosecha.

No es protagonismo culinario...se trata de superar espectativas.

Un Gringo que se ha ganado el titulo de Embajador de México: Rick Bayless

Codorníces en Pétalos de Rosa

¡Échale jardín Toño Bourdain!

¡Algún día te voy a dejar...porque tienes olor a armadillo!

Panaderia tradicional del Golfo...de la familia Jauregui.

Lo siento Cheap Trick...pero esta versión me gusta más...¡Todos a cantar!

¿Yo qué dije? Talo ¿Y cómo es? Taco ¿Y yo qué dije? Talo ¿Y cómo es?

Este Chamaco quiere trabajar en La Fonda del Golfo...¿Qué le digo?

Tegogolo...afrodisiaco

La tradición en la Gastronomía Mexicana (2)

La tradición en la Gastronomía Mexicana

Tabaco de la Región de los Tuxtlas, Veracruz

Mexico´s Crystal Frontier by Calexico

Gusanitos de Maguey, escamoles y chapulines...¿Los has probado?

Aprendiz de Chamán y Frijolero

"Si el Tamal es Tamal, no está mal. Y si el Tamal está mal, no es Tamal"

La cocina del hambre, de la necesidad

Cocinando entre todos, disfrutamos todos.

El Mole...según mi comadre Lila.

Pozole para las fiestas...o cuando se muere alguien.

Tamales del Diablo Zacahuilero

¡Vaya Festival!

"La comida gira alrededor del Maíz"

Ojala Zapata se levantara de su tumba para ver este video...Sin comentarios.

¡NOS VEMOS EN LA FONDA DEL GOLFO!

¡NOS VEMOS EN LA FONDA DEL GOLFO!
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¡AGUR ETA ESKERRIK AZKO!

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